Criterios financieros

Rigor y consistencia a la hora de aplicar nuestro proceso de inversión

Análisis financiero

Somos inversores a largo plazo, la mejor inversión es la que se mantiene siempre en cartera por cumplir constantemente las expectativas.


Las empresas valen lo que generan, nos centramos en su generación de caja.


Invertimos en compañías de calidad que puedan mantener su ventaja competitiva.


Buscamos negocios sin problemas financieros. Cuanto menos deuda, mejor.


Ponderamos de manera positiva una alta cartera de pedidos.


Damos más importancia a la realidad actual que al futuro.


Análisis conjunto de la cartera

Analizamos la correlación de las distintas inversiones y de la cartera en su conjunto en base a distintas variables: ciclo económico, tipos de interés, inflación y riesgo de mercado. Diversificamos nuestras inversiones en un número suficiente de oportunidades que nos permita cubrirnos de situaciones inesperadas y de potenciales errores.

Aversión al riesgo

Queremos evitar la pérdida permanente de capital en nuestras inversiones, pero no nos preocupa la volatilidad temporal en los precios de mercado. La pérdida permanente de capital suele producirse cuando se compra a valoraciones altas, negocios en mala situación o empresas con alto endeudamiento, por lo que evitamos esas situaciones.

Margen de seguridad

El margen de seguridad es la diferencia entre precio de cotización y nuestra estimación del valor intrínseco del negocio. Invertimos en situaciones en las que el precio de cotización ofrezca un amplio margen de seguridad, porque esto reduce el riesgo de pérdida permanente y facilita la obtención de un retorno razonable a la inversión unido a una volatilidad menor que la del mercado..

El margen de seguridad es la diferencia entre precio de cotización y nuestra estimación del valor intrínseco del negocio. Invertimos en situaciones en las que el precio de cotización ofrezca un amplio margen de seguridad, porque esto reduce el riesgo de pérdida permanente y facilita la obtención de un retorno razonable a la inversión unido a una volatilidad menor que la del mercado.

El mercado tiene un comportamiento emocional e impulsivo en el corto plazo, donde, en pocas ocasiones, precio y valor convergen. La racionalidad aparece con el paso del tiempo, es cuando precio y valor se aproximan. Las discrepancias continuas entre valor y precio, fruto de la emocionalidad del mercado, genera grandes oportunidades de inversión.